Mandalay y sus alrededores

Como en el famoso poema de Kipling, Mandalay se alza para las imaginaciones europeas como un lugar romántico y parado en el tiempo, como una imagen de los esplendores de la antigua Birmania.

Sin embargo, Mandalay, “la ciudad de las gemas”, es hoy la segunda ciudad de mayor tamaño de Myanmar (sólo superada por Yangón), y un importante centro económico y religioso en el país, como se ve reflejando en que aquí y en los alrededores de la ciudad viven más de la mitad de los monjes de todo Myanmar. La ciudad gira en torno al antiguo Palacio Real, y se caracteriza por sus avenidas anchas repletas de bicicletas y motos, y por su diversidad cultural.

Mandalay puede ser calurosa, ajetreada y no inmediatamente bella, ya que gran parte de la ciudad antigua fue duramente bombardeada durante la II Guerra Mundial. Sin embargo, entre los bloques de pisos de cemento, se siguen escondiendo asombrosas pagodas, iglesias llamativas, templos hindúes y mezquitas gloriosas. Al oeste de la ciudad se encuentra el fascinante río Ayeyarwady, donde a través de callejuelas en sombra se acurrucan incontables monasterios que raramente reciben visita alguna. A continuación veremos algunos de los lugares más relevantes y bellos de la ciudad.Â