La Gran Migración

Tanganyika Wilderness Camps

Tanzania es todo lo que un viajero espera y busca en África: es luz, color y una danza salvaje de vida y muerte. Cada mayo, en un patrón circular que se repite inexorablemente desde que el mundo es joven, dos millones y medio de herbívoros, en su mayoría ñus acompañados de antílopes y cebras, comienzan un viaje de varios meses desde las praderas del sur del Serengeti hasta la reserva de Masai Mara para volver, a finales de año, a su situación original.

Los ñus, antílopes y cebras hacen retumbar las praderas. Los hipopótamos pelean por hacerse espacio en los cauces embarrados. Los leones cruzan, desafiantes, por delante de los jeep. Las siluetas de jirafas y baobabs se recortan en el horizonte. Los elefantes deambulan a lo largo de sus rutas migratorias, en tanto que los pajaritos se alimentan directamente de la boca de los búfalos.

La enorme columna de la Gran Migración avanza cíclica e imparable a lo largo de más de 800 kilómetros de eternas llanuras y bosques, donde acechan agazapados leopardos, hienas y leones, en tanto que los ríos se encuentran infestados de cocodrilos.

Tanzania, con sus amaneceres que parecen hacer que la tierra cobre vida, donde se encierran secretos que reúnen aventura, belleza y exotismo, es una maravilla para cualquiera que se atreva a adentrarse en su interior. Y te está esperando.

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