Tikal, ciudad maya

Tikal, a 68 km de Flores, es posiblemente el más espectacular de los restos arqueológicos mayas. Las enormes ruinas –16 km cuadrados y más de 3000 restos de edificaciones- están dominadas por cinco torres de piedra, pirámides escalonadas que se elevan sobre la selva circundante. A su alrededor se extiende, semiescondida por la vegetación, toda una ciudad con miles de edificios, estelas y monumentos aún cubiertos de tierra y raíces. Para el visitante, las dimensiones de la ciudad son abrumadoras y el ambiente de las ruinas deja sin palabras.

¿Dónde está?

Tikal está a 68 km de Flores. Se asienta en una zona de tierras bajas y pantanosas salpicada de colinas de piedra caliza. Con esta piedra se hicieron los edificios, que se levantan sobre las colinas y ahora se conectan por caminos pavimentados que recorren las áreas bajas.

La ciudad se encuentra en el Parque Nacional Tikal, en la cuenca del Petén. El Parque forma parte de la inmensa Reserva de la Biosfera Maya, uno de los bosques tropicales mejor conservados del continente. Esta es la cuna de la civilización maya en las tierras bajas de Mesoamerica.

Tikal es una ciudad en la selva, una selva protegida y llena de vida. En el camino de un edificio a otro es fácil y oír monos aulladores, pequeños mamíferos y miles de especies de insectos viven en la densa selva que envuelve la ciudad. Abundan las aves: loros, carpinteros, manaquines, currucas y cientos de especies más, entre ellos la espectacular zacua de Monctezuma, cuyos nidos cuelgan junto a la Gran Plaza.Â

¿Qué ver?

Aunque los edificios más antiguos se remontan al s IV a. C. la ciudad vivió su periodo de esplendor entre el 200 y el 900 d. C. En ese tiempo fue la capital de un poderoso reino cuyo su dominio se extendía sobre gran parte de la región maya y que mantenía relaciones incluso con la lejana Tenochtitlán, en el Valle de México. Tikal era un importante centro ceremonial, cultural y comercial que llegó a tener entre 45.000 y 100.000 habitantes.

El centro de la ciudad excavada es la Gran Plaza, flanqueada a este y oeste por dos altos templos piramidales: el del Gran Jaguar (templo I) y el de las Máscaras (templo II). Los templos se construían en la parte superior de una alta base escalonada. En algunos de ellos se han encontrado tumbas. En el templo I estaba enterrado Jasaw Chan K’awil, con ornamentos de jade y recipientes con ofrendas. Estas parejas de pirámides son muy características y se repiten por toda la ciudad, a veces con altares y estelas anexos. Están una frente a otra, siempre en un eje este oeste, con escaleras en los cuatro lados.Â

Cierran la plaza los restos de un enorme palacio , al sur, y un complejo funerario, al norte, donde se enterraban los miembros de la dinastía reinante. Docenas de estelas de piedra tallada, cada una con un altar circular, se alinean en esta zona. Relieves con glifos y retratos conmemoran fechas importantes y relatan las hazañas de los gobernantes.

Cerca está la Plaza de los siete templos, con una inusual triple pista de pelota en el centro.  A su alrededor se despliegan palacios, tumbas, zonas residenciales, fosas, depósitos de agua… todas las estructura de una ciudad importante.

Hoy Tikal es un lugar evocador y repleto de información, aún por desvelar, sobre el mundo maya

La mejor manera de llegar es por carretera, desde Flores. Te recomendamos dedicar como mínimo un día a explorar las ruinas.

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