Perú, país de contrastes

Perú es un país de contrastes. Contrastes geográficos, contrastes etnográficos con sus tradiciones y costumbres, contrastes en su música, folclore y arte, producto de las influencias de distintos procesos migratorios ocurridos a través de la historia. Esa sinfonía de contrastes, con paisajes únicos que quitan el aliento, se complementa con la cantidad de impresionantes sitios arqueológicos precolombinos, sus culturas vivas y coloridos mercados, sin dejar de lado los aromas y sabores de su rica gastronomía, que ya es reconocida internacionalmente como una de las mejores del mundo. Sin tener que cruzar fronteras, en Perú es posible pasar de la exuberante humedad embrujadora de la selva amazónica al interminable y árido desierto costero, tras haber cruzado los espectaculares Andes, con sus cumbres de nieves eternas que sobrepasan los seis mil metros de altura.

Perú es el vigésimo país en tamaño de la Tierra y el tercero de América del Sur. Limita al norte con Ecuador y Colombia, al este con Brasil, al sureste con Bolivia, al sur con Chile y al oeste con el Océano Pacífico. Abarca un territorio de 1.285,215 km² de terreno y 200 millas marinas del Océano Pacífico, así como sesenta millones de hectáreas en la Antártida. En estos territorios viven cerca del 10% de las especies de mamíferos y reptiles del planeta, más de 20% de las aves de la Tierra y entre 40.000 y 50.000 especies de plantas, de las que sólo se ha descrito la mitad. Es, además, especialmente rico en variedad de peces, mariposas y orquídeas, así como en aves, mamíferos, anfibios, reptiles y plantas.

Considerado por el World Resources Institute dentro del selecto grupo de países «megadiversos», se calcula que en el Perú es posible encontrar 84 de las 117 zonas de vida existentes en el mundo, con 28 de los 32 tipos de clima.