Hermanus

A sólo unos 120 kilómetros de Ciudad del Cabo, se encuentra Hermanus, un encantador y pequeño pueblo que tradicionalmente vivió de la pesca, y que hoy es elegido por muchos sudafricanos para pasar sus vacaciones.

Su enclave no puede resultar más afortunado, al hallarse rodeado de verdes montañas que bajan hasta la costa y que acaban en algunos puntos en abruptos acantilados. Desde ellos se admira el océano en todo su esplendor y se disfruta además de un clima suave en invierno y cálido durante la estación lluviosa de verano. Un variado surtido de alojamientos, de restaurantes, tiendas y edificios coloniales, y la amabilidad de las gentes, hacen el resto.

Pero si destaca Hermanus por algo más es por ser uno de los lugares más famosos para el avistamiento de ballenas. Desde junio hasta primeros de diciembre, cerca de 200 ballenas francas australes procedentes del Antártico llegan para concentrarse en la bahía de Walker, buscar pareja y parir a sus crías.

En ocasiones se acercan tanto a la costa que, sin necesidad de poner un pie en el agua, pueden realizarse increíbles avistamientos desde los roquedos y acantilados que rodean el pueblo. No obstante, nada como una excursión en bote para acercarse a ellas y vivir una experiencia de lo más excitante.

Para los más atrevidos, una inmersión en jaula para ver de cerca los tiburones blancos, constituye la excusa inevitable para acercarse a Hermanus.

A unos pocos kilómetros, entre Hermanus y Gansbaai, se encuentra la reserva natural de Grootbos, considerada como una de las joyas del ecoturismo, y que ha recibido los mejores galardones internacionales en los últimos años. Formado por dos lodges de lujo de 5 estrellas, Grootbos es el lugar perfecto para alojarse si se desea realizar el buceo con tiburones, ver ballenas o pasear a caballo por la playa. Es también un excelente alojamiento para viajeros con niños.