Bolivia
Entre el altiplano y el Amazonas, un país de contrastes.
Bolivia es un país de contrastes y carácter muy singular. Encaramado en la cordillera de los Andes, sus paisajes tienen la fuerza de las tierras duras donde el relieve marca la vida de personas y de la naturaleza. Tierras altas y frías, páramos, desiertos, llanuras y riscos forman la Bolivia andina. Pero el país se extiende hacia el Amazonas y el árido altiplano se vuelve húmedo y cálido y el verde anuncia otras formas de vida, otras tradiciones y otras gentes también.
La Paz, construida entre montañas, muestra el pasado criollo y colonial de Bolivia, como lo recuerda también Sucre, con sus viejas casonas y Potosí, cuyo Cerro Rico se convirtió en leyenda. El lago Titicaca y las ruinas de Tiahuanaco hablan de viejas civilizaciones precolombinas- Hay paisajes insólitos, como el inmenso salar de Uyuní que se cubre de blanco cuando el sol seca el agua y la sal luce como una capa de nieve. El llano fue tierra de misiones y las antiguas Misiones aparecen restauradas como recuerdo de una larga historia de evangelización. Y, por fin, los ríos amazónicos -el Marmoré o el Ibare- y la región entera que los envuelve muestran una tierra tropical y exuberante que completa un cuadro diverso como pocos.
Empezando en Sucre y Potosí para llegar al fascinante paisaje del altiplano en el Salar de Uyuni, visitar La Paz y sus alrededores y terminar en Santa Cruz, la segunda capital de Bolivia. Un viaje corto e intenso para vibrar en cada una de sus etapas.
Un recorrido completo desde Sucre y Potosí, el fascinante paisaje del altiplano en el Salar de Uyuni, La Paz y sus alrededores, para terminar en Santa Cruz y las misiones jesuíticas.