Amazonas

La cuenca del Amazonas compone una extensa red de ríos y corrientes que reúnen las aguas procedentes de los Andes y que por una vasta llanura y llegan hasta el Atlántico. La selva del Amazonas se aloja en ella. Es el mayor bosque del planeta, una inmensa masa vegetal que cubre la mitad de Brasil y se extiende a los países vecinos : Venezuela, Colombia, Perú y Bolivia.

Manaos, cerca de la confluencia del río Amazonas y el río Negro, es la capital del estado de Amazonas y una importante ciudad portuaria. Desde su fundación ha sido la puerta de entrada a la selva y una especie de mito. La ciudad en sí misma tiene el interés de lo insólito. No es especialmente agraciada, pero ha sido un punto de frontera que ha atraído a aventureros, comerciantes atrevidos o buscadores de oportunidades y que ha crecido a contracorriente, en lucha con la poderosa naturaleza que la rodea, como un puesto avanzado de la lucha del hombre por llegar más allá. En ella destacan el palacio Río Negro y el famoso Teatro de la Ópera, dos muestras de la fiebre del caucho que enriqueció la ciudad a finales del XIX y principios del XX. Después de aquel hito, Manaos se convirtió en una población menos 'glamourosa' pero conservó el carácter que le daba el estar en los límites de la civilización y por ello mismo el ser excepcional y extrema en muchas cosas.

En la selva los ríos son las únicas vías naturales de penetración y comunicación en este entorno, donde la vegetación forma un muro inextricable. Para conocerla la mejor opción es explorarla desde un barco, que puede adentrarse en zonas perdidas entre pequeñas derivaciones de los ríos. Se pueden hacer caminatas, observación nocturna de caimanes, experiencias de supervivencia en la selva, baños con los delfines rosas amazónicos, pesca de pirañas, visitas a comunidades indígenas caboclas, etc.

En pequeñas canoas se penetra en corrientes estrechas - igarapés - que esconden áreas menos visitadas, a las que no llegan los barcos grandes y en las que es más fácil avistar animales.

La selva, con su ambiente húmedo, de luz atenuada y vegetación exuberante, es una experiencia única e inolvidable.