Parque Banff
El parque Nacional de Banff se encuentra a 120 km al oeste de Calgary. Para llegar se toma la autovía transcanadiense, que sigue el valle del río Bow, y que da entrada a un panorama de paisajes magníficos donde destacan picos nevados que sobrepasan los 3.000 metros. Más adelante aparecerán gargantas y cañones que encauzan los cursos de agua, y que crean junto a las imponentes laderas de los montes una espectacular estampa.
La pequeña localidad de Banff fue creada a raíz del descubrimiento de manantiales de agua caliente, mientras se construía la línea de ferrocarril a finales del siglo XIX. Iniciado el proyecto de protección de las Rocosas, Banff se convirtió en el primer pueblo incorporado a lo que era el interior de un parque nacional. Hoy, la localidad está incluida en el perímetro del parque Nacional de Banff y, aunque vive fundamentalmente del turismo, sigue siendo muy agradable. Casas bajas a lo largo de la avenida principal, muy despejada en algunos tramos y repleta de comercios y restaurantes en otros son la tónica general en un entorno donde a pocos metros aparece la naturaleza pura y cuya belleza es proverbial.
Hay que disponer del tiempo suficiente para disfrutar de los atractivos del parque y de las distintas las actividades que se ofrecen. La subida en teleférico al monte Sulphur, con una extraordinaria panorámica sobre los valles y los picos de alrededor es una de ellas. Otra experiencia única es la visita al lago Minnewanka, alimentado por aguas glaciales y el paseo por su entorno boscoso donde aparecen rápidos y cascadas. Visitar el antiguo Balneario tiene un punto de regreso al pasado y también de encuentro con la vida americana más clásica de hoy. Y realizar una caminata hasta la montaña Tunel avistando animales salvajes -alces y osos pardos y grises- será una nueva ocasión de disfrutar de los encantos de las Rocosas.
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