San Bartolomé
San Bartolomé, o St. Barth, fue descubierta por Cristóbal Colón en 1493, quién la nombró así en honor a su hermano menor. Esta pequeña isla volcánica perteneció posteriormente a Suecia y hoy día es territorio francés, siendo visibles las huellas de su pasado europeo tanto en su capital Gustavia como en las fortalezas ubicadas en lo alto de la isla cuyos nombres hacen honor a los reyes suecos.
Destino exclusivo como pocos, St. Barth deleita al viajero gracias a una gastronomía delicada, playas idílicas bañadas por aguas turquesas, cuidada arquitectura colonial y la oportunidad de conocer un santuario natural habitado principalmente por iguanas y tortugas. Practicar deportes acuáticos, como el kayak y el windsurf, bucear entre arrecifes de coral o salir a pescar son otras de las actividades que ofrece la isla.
Uno de los tesoros mejor guardados del Caribe: una pequeña isla de las Antillas menores, con las mejores playas de la zona y un alojamiento en uno de los hoteles más exclusivo de esta región.
Una escapada a una de las islas más atractivas del Caribe oriental: aguas color turquesa, playas de arena de un blanco nuclear, y hoteles exclusivos.
Una estancia en la mayor de las islas de Barlovento: un lugar tranquilo y silencioso en el que disfrutar de la naturaleza caribeña.
Disfruta de las maravillas arqueológicas y vestigios coloniales que ofrecen Cartagena de Indias y Cuzco, y termina en las paradisíacas playas de las islas Turcas y Caicos.
Combina la alegría y la historia del Viejo San Juan con unos días descanso en una de las mejores playas del Caribe.