Guanacaste
La provincia de Guanacaste se extiende al norte de la costa del Pacífico costarricense, junto a la frontera con Guatemala. En Guanacaste está la península de Nicoya, en cuya costa se alternan playas de arena fina, acantilados, cabos, islas y golfos. Predomina un paisaje de densa vegetación tropical y su clima es más cálido y seco que el del resto del país. Las lluvias, que son suaves, se concentran entre marzo y octubre.
Algunas de las mejores playas se encuentran al norte de Nicoya, alrededor del golfo Papagayo, una playa rodeada de vegetación, con la forma de una perfecta concha y aguas azulísimas.
El mar es muy fuerte en esta zona, y no todas las playas son cómodas para meterse en el agua. Playa Conchal -con parte de la arena formada por millones de fragmentos de conchas- es magnífica para bañarse, tomar el sol, practicar deportes acuáticos, pasear en bote y hacer caminatas.
Ocotal y Punta Gorda son excelentes lugares de buceo. Aunque las aguas no son particularmente transparentes, merece la pena la experiencia, porque el mar es cálido todo el año y la abundancia de plancton crea una enorme riqueza de vida submarina, de tipo diferente a la de los arrecifes coralinos. Las rocas volcánicas que salpican el fondo arenoso son el punto de reunión de peces de gran tamaño: pargos, meros, morenas, pulpos, peces ángel, peces loro, peces rana, rayas de diferentes tipos, delfines, caballitos de mar y muchos otros. Su principal atractivo son los grandes grupos de rayas águila y rayas morro de vaca.
El principal pueblo de la zona, es Tamarindo. Posee una estupenda playa muy frecuentada por surfistas y un animado ambiente nocturno.
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Costa Rica es sinónimo de tranquilidad y de naturaleza. Para disfrutar de ellas el viaje combina los alojamientos más exclusivos del país con visitas a cafetales, reservas naturales y el famoso volcán Arenal y terminar en alguna playa a orillas del Pacífico.
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