Parque Manuel Antonio

A 150 kilómetros, al sur de San José, en la costa del Pacífico, se encuentra el Parque Nacional Manuel Antonio, el más pequeño de Costa Rica, con solo 6,8 kilómetros cuadrados. Comprende la línea de la costa, también manglares y una franja de selva tropical. Las colinas, cubiertas de selva, bordean largas playas de arena, con aguas cristalinas y pequeños islotes. Es éste un paisaje natural atravesado por diferentes senderos que hacen el recorrido cómodo y estimulante al mismo tiempo.

En el bosque tropical es fácil ver animales: agutíes, coatíes y perezosos cuelgan de las ramas de los guaramos. Junto a ellos, se divisan también monos aulladores y capuchinos. El parque es uno de los escasos refugios del mono tití, una especie en peligro de extinción. Diminuto y frágil, se le puede divisar con frecuencia balanceándose en las copas de los árboles. Su tamaño lo hace una presa fácil para muchos depredadores, y la disminución de su territorio por el desarrollo humano ha puesto a la especie en riesgo.

Las playas son espectaculares, de agua transparente, acompañadas tierra adentro de una selva llena de vida natural. Las iguanas descansan al sol en las rocas, los monos capuchinos campan a sus anchas -cuidado con las pertenencias, se llevan cualquier cosa que encuentran al alcance de la mano- y en el mar hay delfines y manatíes.

Quizá la playa más bonita y la mejor para bañarse es la de Manuel Antonio. Al sur de la playa, Punta Catedral, es un precioso tómbolo que se ha convertido en el lugar más conocido del parque. Este antiguo islote ha quedado unido a tierra firme por los depósitos de arena acumulados.

Manuel Antonio es un ecosistema frágil, y los visitantes sólo pueden recorrer el área más cercana al mar para protegerlo del desgaste que supone un exceso de visitantes. La red de senderos está bien acondicionada. Los caminos son cómodos y fáciles (excepto en época de lluvias, cuando algunos de ellos se inundan y tornan resbaladizos). Los recorridos por la selva conducen hasta escondidas cascadas y playas magníficas entre las que destacan las Playas Gemelas o la Espaldilla Sur.