Oriente cubano

El Oriente cubano ofrece al viajero ciudades coloniales llenas de encanto y hermosos paisajes naturales. La capital de la región es Santiago -Santiago de los Caballeros-, una de las poblaciones más antiguas de la isla. Situada en la costa montañosa, donde la Sierra Maestra se eleva desde el mar, Santiago conserva un agradable casco colonial muy vivo y una impresionante fortificación, el Morro. Pero sobre todo es su 'sabor' lo que los cubanos celebran de la ciudad, que parece concentrar todas las virtudes del país y de su gente. Cuna de la revolución castrista, Santiago es además el corazón musical de la isla. En sus calles aparecen variados locales donde disfrutar de excelentes oportunidades para bailar y escuchar música.

Cerca de Santiago, llama mucho la atención la Caridad del Cobre. El santuario, muy celebrado, atrae a una devota población que peregrina para ponerse bajo la protección de la venerada patrona de la isla.

Sin salir de la región, se podrán recorrer los Parques Nacionales de Baconao, la Gran Piedra y Turquino en una costa escarpada y con playas para dar largos paseos, hacer caminatas suaves o simplemente conocer mejor la variada naturaleza cubana.

En la costa al norte de la Sierra, en uno de los paisajes más hermosos de la isla, se asienta la pequeña ciudad de Baracoa sobre una llanura punteada de cocoteros en contraste con el mar azul y con las cumbres de las montañas al fondo. Pequeña y colorida, Baracoa tiene una población de fuerte influencia africana llena de energía y vitalidad.

En la costa norte se encuentra Cayo Saetía, un islote rocoso cubierto de bosques y bordeado por playas, que es hoy un importante destino turístico. Se ha prestado especial atención a preservar el encanto natural de la zona y proporcionar al viajero una experiencia directa de la naturaleza casi virgen de la región. Es un buen lugar para el buceo y se pueden hacer excursiones para explorar la isla.

El mayor foco turístico de Oriente es Guardalavaca, un moderno complejo de ambiente tranquilo situado en una playa espectacular de arena blanca y rodeado por un paisaje de colinas y campos de caña de azúcar.