Varadero
A unos 140 kilómetros al este de La Habana, en la Península de Hicacos, se encuentra Varadero, una lengua de 25 kilómetros de arena blanca que se adentra en las azulísimas aguas del Caribe. Es la zona de playa y resorts más famosa de la isla, y también la más frecuentada. Su clima cálido, sus largas playas de arena blanca, los cocoteros que se mecen al sol y el mar turquesa forman la imagen del perfecto paraíso tropical.
El desarrollo de Varadero como destino turístico comenzó cuando diferentes familias acomodadas levantaron aquí sus casas de vacaciones, al principio construidas en madera y con balcones en las fachadas. En la Mansión Xanadú, levantada por la familia Dupont en la década de 1920, se respira el ambiente de aquellos tiempos. Hoy es un pequeño hotel con un restaurante francés y un agradable bar.
Varadero es un buen destino para viajeros que buscan sol y playa, a la vez que tranquilidad a ratos y animación cuando se desea un ambiente más vivo.
Si se viaja con niños, el delfinario, donde se puede nadar junto a los delfines, da ocasión de disfrutar a lo grande. Para quienes deseen algo más que playa, la oferta de actividades acuáticas y deportivas es variada. Se puede también hacer excursiones en barco a los cayos situados más allá de la punta de la península: cayos Blancos, Piedras y Romero, un lugar perfecto para hacer snorkel en los arrecifes de coral.
Hay también oportunidad de pescar en mar abierto, aunque es necesario alejarse un poco de la costa para lograr buenas capturas de barracudas, pargos, meros o atunes. Los aficionados al buceo pueden hacer una inmersión diferente en la cueva de Saturno.
Recorrer la isla con conductor privado para encontrar los sitios más desconocidos y auténticos de Cuba.