Tikal

El conjunto de Tikal es el más impresionante de los restos de la cultura maya en Guatemala. Envuelto en la selva baja del Petén, aislado hasta hace muy poco tiempo, es un lugar tan evocador como sorprendente. Por su conservación y su especial belleza ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. El centro del antiguo asentamiento lo forman cinco elevadas pirámides de piedra que escalonadamente se levantan por encima de la selva hasta los 60 m.

A su alrededor, hasta 3.000 construcciones de tipos diversos -palacios, tumbas, templos, fortificaciones y estelas- permanecen aún semiocultos por la vegetación, invadidos por las raíces de los árboles o literalmente enterrados.

El animado colorido de los tucanes y el saltar de los monos por las ramas de los árboles, en un escenario de poderosa vegetación, crean un ambiente singular, lleno de viejas resonancias.

La ciudad permaneció olvidada, cubierta por la selva hasta 1853 cuando un campesino descubrió las cimas de los templos en los montículos que sobresalían por encima de las copas de los árboles. Desde entonces se excava en la zona, y aún queda por explorar la mayor parte de la ciudad.

A 68 km de Tikal se encuentra Flores, una tranquila y pequeña ciudad situada al borde del lago Petén. De ambiente provinciano, es una excelente base para acercarse a Tikal y también para explorar las ruinas mayas de Ceibal y el norte del Petén.