Desierto de Dubái
El desierto empieza justo donde acaba el último de los rascacielos, en el lugar donde la ciudad desaparece y el paisaje cambia de modo radical. El contraste más extremo se puede encontrar en la reserva de Conservación del desierto de Dubái, a unos 45 km. de la capital. En el desierto de Dubái se pueden realizar actividades variadas: excursiones a pie, a caballo, en camello o en todoterreno por las dunas de color albaricoque. Son características las demostraciones de caza con halcón y la observación de fauna salvaje, entre la que destacan los oryx. Una vez en el desierto, a pesar de la escasa distancia que lo separa de la capital, la sensación es de estar muy lejos de la ciudad y sus rascacielos.
Se puede pernoctar en medio de la arena en alguno de los exclusivos alojamientos dispuestos para ello. Pero también se puede visitar el desierto apuntándose a las excursiones a realizar en el día con opción a paseos por las dunas en 4x4 o al disfrute de una cena tradicional en un campamento beduino probando carnes a la parrilla, ensaladas frescas y algunos dulces árabes. Incluso se puede probar una típica shisha -una pipa- aromática mientras se asiste a un espectáculo de bailarinas con la tradicional danza del vientre a ritmo de música árabe.
Unos días en Dubái, visitando la ciudad, disfrutando de su hospitalidad y una excursión al desierto son el punto de inicio perfecto para terminar con unos días de descanso en Maldivas.
Conoce Abu Dabi, el 2º emirato más rico del mundo, en una semana. Disfruta las culturas beduina y árabe, sus monumentos y gastronomía. Y un digno colofón: Mascate, una ciudad que conserva el encanto y las tradiciones de las capitales del Golfo.