Jaipur

Jaipur es la capital del estado de Rajastán y es un vistoso escaparate de la espectacular arquitectura de la región. En el corazón de la ciudad, se encuentra la ciudad Rosa, el barrio antiguo amurallado. En medio del bullicio de las calles más céntricas, los recintos que conservan las huellas del pasado glorioso de Jaipur componen islas de relativa calma que recuerdan a otro tiempo y otro ritmo de vida.

En la ciudad Rosa se encuentran los más importantes monumentos de la ciudad. El conocido como palacio de la Ciudad fue la residencia del marajá y resulta una maravilla con su despliegue de riqueza y sensibilidad. A su lado, el antiguo observatorio vuelve a sorprender por las depuradas formas de sus instrumentos de observación construidos en ladrillo y piedra. Y el palacio Hawa Mahal, en realidad una gran fachada cubierta de elaboradas ventanas para que las damas pudieran observar desde ellas la calle sin mezclarse con el pueblo, supone el encuentro con una de las más míticas imágenes del Rajastán. Muy cerca de todo ello se encuentran los bazares con la típica atmósfera de bullicio que los acompaña.

Pero no todo está en el centro. A las afueras de la ciudad se conservan importantes testimonios del pasado, como el famoso Fuerte Amber, los cenotafios reales de Gaitor y los templos de Galta.

El Fuerte Amber contempla Jaipur desde lo alto. Comenzó a construirse en el año 1592 por orden de Maan Singh I, uno de los hombres de confianza de Akbar el Grande, el gran emperador mogol. Asentado sobre una colina resulta un monumento tan singular como impresionante. Con vistas al lago Maota, sus enormes murallas, sus puertas y patios empedrados despiertan la imaginación de cualquier visitante y lo llevan a las épocas de mayor esplendor de los reinos del Rajastán.