Jaisalmer

Jaisalmer, rodeada de desierto no tiene parecido en la India. Estuvo en el camino de la famosa ruta de la seda y por ello se convirtió en una ciudad rica y de valor estratégico. Su fortaleza es una de las más impresionantes de la India. Fue fundada en 1156 por los príncipes Bhatti, descendientes de la luna.

Toda la ciudad se halla sembrada de templos y mansiones tradicionales que siguen manteniendo su carácter y marcan el ambiente de la ciudad. Sobresalen las esculturas de sus afamados templos jainistas, de los siglos XII al XIV. Y resultan una delicia los havelis, las mansiones de ricos comerciantes que dan un toque de opulencia al conjunto.

La proximidad del desierto es una buena excusa para hacer una pequeña excursión, adentrarse un poco en él y para sentir algo de su abrumadora inmensidad.

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