Aqaba
En el extremo meridional de Jordania, Aqaba se encuentra con las playas del cálido mar Rojo, convertidas en un agradable destino turístico enfocado al ocio y al disfrute del agua del mar. Los resorts de lujo se suceden a lo largo de la costa y los servicios turísticos son excelentes. Antes de su desarrollo Aqaba era una de las paradas más utilizadas por los peregrinos que se dirigían a la vecina Arabia Saudí, para cumplir con el Hajj, la peregrinación anual de los musulmanes a La Meca.
La mayoría de los visitantes llegan a Aqaba atraídos por el mar Rojo, de aguas transparentes todo el año y muy buena visibilidad en inmersión. Más de 25 lugares para bucear, la mayoría en el Aqaba Marine Park, convierten a Aqaba en un excelente destino para practicar snorkel y buceo a cualquier nivel. La temperatura moderada y las corrientes suaves dan a sus aguas una rica vida submarina, con corales y multitud de bancos de peces multicolores. El buceo nocturno resulta espectacular cuando langostas y cangrejos salen de sus escondites en busca de comida. La oferta de actividades y deportes acuáticos es variada, desde excursiones en barcos con fondos de cristal hasta la posibilidad de nadar con tortugas y delfines.
Cerca de Aqaba, en tierras del interior, se encuentra Wadi Rum, también conocido como el valle de la Luna, uno de los paisajes más sobrecogedores del planeta. La erosión ha creado un valle desértico que contrasta con las montañas de granito y basalto, de paredes muy verticales, que se elevan hasta 800 m. Las formas que las inclemencias del desierto han ido dando a las rocas sorprenden. Desde puentes que se elevan sobre las arenas del desierto hasta rocas que parecen torres que se alzan verticales bajo el intenso sol, el conjunto compone un paisaje tan bello como extremo.
Un recorrido de una semana para visitar los restos extraordinarios de la larga historia de Jordania: ciudades romanas y nabateas, castillos medievales y mosaicos bizantinos en un paisaje austero con habitantes acogedores y amables.
Jordania llena de historia, con paisajes espectaculares entre el desierto y el mar Muerto, con ciudades como Petra, uno de los lugares más insólitos del mundo, y Jerusalén, Ciudad Santa y capital de Israel, quizá el centro religioso más importante del mundo. Un combinado perfecto.
Conocer los lugares bíblicos e históricos de Israel, las joyas pétreas del desierto de Jordania, y terminar con unos días de descanso en la península de Musandam, en el exclusivo Six Senses Zighy Bay.