Vientián

Vientián es la capital de Laos desde hace más de cuatrocientos años. Una capital más que discreta, exenta de las congestiones de otras ciudades asiáticas y que hace pensar que de alguna manera le sobra espacio. Sus habitantes discurren con parsimonia y holgadamente como si vivieran todavía en otra época. Setthathilath y Samsenthai son las arterias principales y el lugar donde se concentra la actividad capitalina y los edificios más modernos. Ambas calles corren paralelas al río, bordeadas de oficinas, tiendas y hoteles y también de algunos monasterios y villas coloniales, algunas convertidas en pensiones.

Durante el día valdrá la pena visitar el mercado Thalat Sao o algún otro, también, interesante como el Khua Din, que ofrece alimentos frescos y tabaco, así como flores y objetos variados. Para buscar alimentos exóticos, serpientes y todo tipo de curiosidades lo mejor es darse una vuelta por Taalat That Luang.

Hablando de templos y monumentos hay que señalar el Pha That Luang, el monumento más celebrado de Laos, convertido en símbolo de la religión budista y de la soberanía nacional a la vez, el Wat Si Saket, uno de los lugares más agradables y tranquilos de Vientián, el Wat Si Muang, el santuario más frecuentado de la ciudad, el Haw Pha Kaeo valorado por su tamaño, o el That Dam apodado la estupa la negra.

Mención aparte merece el Wat Xieng Khuan o dicho de otra manera el parque de Buda, con sus fantasiosas construcciones y esculturas de tono religioso. Al atardecer nada como dejarse llevar por el encanto de las terrazas que se asoman al río Mekong.