Beirut
La capital de Líbano es una ciudad activa y vital, que cautiva al viajero por sus múltiples contrastes. Convivencia y multiculturalidad son las señas de esta urbe en la que diversas religiones coexisten en paz, se hablan tres idiomas (árabe, inglés y francés) y donde modernos cafés y restaurantes comparten espacio con edificios que conservan cicatrices de la guerra civil.
A orillas del Mediterráneo, Beirut es un lugar de encuentro entre Oriente y Occidente. En ella podemos saborear la rica cocina libanesa mezcla de influencias árabes, turcas y mediterráneas, comprender mejor el origen de la cultura fenicia visitando el Museo Nacional, pasear por La Corniche y la zona de Raouché, o disfrutar de su animada vida nocturna como si estuviéramos en cualquier capital europea.
Además, Beirut es el centro comercial y financiero del Líbano, y sorprende a ojos del visitante por su gran cantidad de edificios religiosos: mezquitas, catedrales e iglesias se levantan unas al lado de otras demostrando la importante diversidad histórica y religiosa del país. Visitar la Mezquita Al-Amin, contemplar los acantilados de Pigeon Rocks durante el atardecer o pasear por las callejuelas del barrio bohemio de Gemaizeh son actividades recomendables para profundizar en esta fascinante metrópoli.
Un viaje para conocer Líbano al completo, un pequeño país con uno de los patrimonios históricos y culturales más importantes de Oriente Medio, cuna y encrucijada de muchas civilizaciones desde hace miles de años.