Mascate
Si el río de dólares del petróleo ha inundado a los pequeños países de Arabia y los ha cambiado para siempre, Omán ha sabido conservar su sabor y sus gentes mantener su trato amable y sus viejas tradiciones. Por ello Muscat tiene un encanto que se ha perdido en muchas de las capitales del Golfo.
Los viejos fuertes portugueses de Jalali y Mirani son los monumentos históricos que ligan Omán a las aventuras de occidente. Y las numerosas torres de vigía a lo largo de la costa el testigo de una vida dedicada a defenderse de los ataques venidos del mar. El papel de ‘escala’ en las rutas marítimas dio a Muscat un carácter comercial, vivo todavía en el zoco, uno de los más interesantes y característicos del país.
Una visita de medio día llevará al viajero a estos lugares y a muchos más de interés: el Aqua-rium, reúne una excelente variedad de especies marinas; el museo de Omán, hace un recorrido de 5000 años por la historia del sultanato; el museo Nacional exhibe ropajes, armas y objetos de oro y plata... Y en el tiempo libre, habrá que seguir paseando por la Corniche al borde del mar, y entreteniéndose en el mercado del pescado, lleno de vida.
Un destino distinto, un país que conserva un modo de vida tranquilo y sus antiguas tradiciones en un entorno de paisajes espectaculares que combinan el desierto de arena, las regiones de intrincado relieve y un mar de intenso azul.
Una combinación exótica: Omán, un país anclado en el tiempo, que conserva sus tradiciones y modo de vida antiguo, y que ofrece una fascinante colección de paisajes, con un final de playa en las idílicas islas Maldivas en un extraordinario resort de lujo.
Una propuesta singular para disfrutar de los alojamientos más exclusivos y lujosos del mundo.
Conoce Abu Dabi, el 2º emirato más rico del mundo, en una semana. Disfruta las culturas beduina y árabe, sus monumentos y gastronomía. Y un digno colofón: Mascate, una ciudad que conserva el encanto y las tradiciones de las capitales del Golfo.
Conocer los lugares bíblicos e históricos de Israel, las joyas pétreas del desierto de Jordania, y terminar con unos días de descanso en la península de Musandam, en el exclusivo Six Senses Zighy Bay.
Una propuesta para combinar en un mismo viaje dos países con tradición y cultura milenaria.