Kandy

La región de Kandy, en el interior de la isla, es una zona de tierras altas, con un paisaje espectacular de montañas, una vegetación exuberante y un clima seco y agradable.

La ciudad de Kandy, declarada Patrimonio de la Humanidad, es la capital cultural de Sri Lanka. Rodeada de verdes montañas y a orillas de un gran lago, al borde del cual se encuentran sus monumentos, mantiene un ambiente tranquilo y encantador pese a ser la segunda ciudad del país.

Es una sorprendente combinación de budismo y de serenidad inglesa, hecha de una mezcla de edificios belle epoque, las panaderías a la europea, peregrinos budistas y exóticos mercados de especias. La ciudad se recorre fácilmente a pie y en ese recorrido, el paseo al borde del lago artificial resulta especialmente agradable.

A orillas del lago se levanta el Dalada Maligawa, el templo del Diente, que es el principal santuario budista de la isla. Aquí se venera la reliquia del diente de Buda, que llegó clandestinamente a Sri Lanka prendido en el pelo de la princesa india de Orissan.

Es un gran conjunto de edificios levantados en distintas épocas -desde el S XVII al XIX- con palacio, biblioteca, museo, estanque de abluciones y en el centro el templo propiamente dicho. Cada día miles de peregrinos llegan a adorar la reliquia, a la que ofrecen bandejas de mimbre con pétalos de flores frescas. En agosto se celebra una gran fiesta en la que la reliquia es sacada en procesión a lomos de un elefante.

Kandy tiene una arraigada tradición de percusión y danza, y en ocasiones procesiones de bailarines con llamativos trajes cruzan las calles de la ciudad al son de los tambores.