Asjabad

El árido desierto de Karakum se extiende inconmensurable por la República de Turkmenistán, sorprendiendo al viajero por acoger entre sus ondulantes dunas a Asjabad, la capital de esta antigua república soviética de Asia Central.

Asjabad deslumbra por su arquitectura monumental, ciertamente desconcertante al encontrarse en medio del desierto, haciendo de la grandeza y exuberancia de sus edificios de mármol blanco, gigantescas estatuas de oro, incontables fuentes y majestuosas mezquitas (sobresale la mezquita Azadi), la seña de identidad de la ciudad.

El museo Nacional, el museo de Bellas Artes o el museo de alfombras de Turkmenistán, merecen ser visitados con el fin de conocer mejor el arte soviético-turcomano de la región, sin olvidar acercarse a conocer la plaza de la Independencia y el caótico y pintoresco bazar Tolkuchka, donde con suerte podremos apreciar los coloridos vestidos que visten aquí las mujeres.