Finlandia
El país más feliz del mundo.
Un país próspero, poco poblado, con una naturaleza espectacularmente bien conservada, eso es Finlandia y mucho más. Porque con servicios impecables y un alto nivel de vida, tiene todo el encanto escandinavo: gente educadísima, forma de vida poco ceremoniosa, eficacia e innovación y, sobre todo, una manera diferente de disfrutar de paisajes, lagos y bosques. Finlandia es diferente y resulta el país perfecto para huir de un viaje tradicional: para hacer un viaje distinto.
Los lugares extremos son siempre apasionantes porque muestran el límite de lo posible, allá donde la vida debe inventar recursos diferentes para agarrarse a la tierra y donde el viajero descubre el aire de una naturaleza a la que no está acostumbrado. Laponia, en el círculo polar es eso y por ello despierta tanta curiosidad.
La región de los mil lagos, por su parte, es un laberinto de islas, canales, lagos y bosques que ocupa la parte meridional del país. Su corazón está en el lago de Saimaa, con algunas ciudades en sus inmediaciones. El lugar se presta a una estancia relajada, con actividades al aire libre según la estación del año -senderismo, pesca, patinaje sobre hielo- y con visitas a las ciudades y pueblos cercanos. Poblaciones pequeñas, con plazas muy activas y animadas en verano y cubiertas de nieve buena parte del año.
La Laponia finlandesa es lo más parecido a un país de cuento de invierno. Por eso, viajar en esa temporada hasta allí para ver a Papá Noel con la familia es una experiencia mágica. Pero, los contrastes son lo mas fascinante de esta región y a los oscuros días de invierno los sustituyen las 24 horas la luz solar del verano.
Los paisajes bálticos son espectaculares, perfectos para disfrutar de la naturaleza con largas caminatas por el bosque o junto al mar, baños en lagos cristalinos y recorridos por Parques Naturales. Desde Tallin, puedes ir hasta la cercana Helsinki, al otro lado del golfo de Finlandia.