Francia
Al otro lado de los Pirineos, très chic, très charmant.
Un viaje a Francia es siempre un placer para todos los sentidos. Poderosa, grande y rica, Francia tiene regiones de muy diferente carácter y fuerte personalidad. El riquísimo patrimonio histórico, la gastronomía y una naturaleza amable y feraz son sus mayores atractivos.
Los envidiosos cuentan aquello de que Dios hizo el mundo y vio a Francia tan bella que para compensar puso a los franceses. No es verdad. Los franceses son cordiales, amables con el visitante y hospitalarios. Y el país una delicia que sorprende a cada paso por lo exquisitamente conservado de sus pueblos y de sus espacios naturales.
Muchos son los lugares a donde viajar y donde dejarse seducir por sus atractivos.
El valle del Loira es uno de ellos. Forma el corazón del país y en sus riberas ha visto florecer un largo rosario de castillos, palacios y ciudades antiguas que ofrecen sus encantos al viajero.
Bretaña y Normandía, en el Atlántico, muestran otra personalidad. Comparten una costa variada, y suman entre las dos una lista de lugares de enorme belleza - Saint Michel, Rouen, Rennes- y un interior rural lleno de pueblos con encanto en los que siempre hay propuestas variadas para disfrutar.
El legendario Venice Simplon-Orient-Express ofrece una experiencia de viaje como ninguna otra. El romance, la aventura y el glamour al estilo art déco están íntimamente ligados a este mítico tren que realiza varias rutas por distintas ciudades europeas aunque la más demandada es la ruta que une Venecia con París, en ambos sentidos.