Islas Cícladas

El archipiélago de las Cícladas está situado en el centro del mar Egeo, al sudeste de Atenas. Su nombre deriva de la palabra griega cyclos, que significa círculo, y que se refiere a la posición de las islas que componen el archipiélago, ubicadas alrededor de Delos, la isla sagrada de Apolo. Las Cícladas se encuentran a corta distancia de Europa, Asia y África por lo que han recibido influencias muy variadas a lo largo de toda su historia. En ellas se originó una de las civilizaciones más antiguas del Mediterráneo, la Civilización Cicládica (3000–2000 a.C.).

Las islas Cícladas se han hecho famosas por sus espléndidas playas de arena. Su belleza es proverbial, lo mismo que el blanco deslumbrante de los pueblos -con sus molinos, sus callejuelas estrechas y sus numerosas capillas y cúpulas- que se ha convertido en una de sus señas de identidad, cuyo brillo contrasta con las azules aguas del mar Egeo. Las islas más conocidas son Santorini y Mykonos. Otras, como Milos, permanecen en un relativo anonimato y son menos turísticas, aunque igualmente atractivas.

En Santorini, el protagonista indiscutible es su volcán. La erupción en torno al año 1613 a.C. fue una de las mayores registradas en la historia, y probablemente fue la causa del ocaso de la Civilización Minoica. Durante la erupción, el centro de la isla se hundió en el mar, dejando sólo el cráter y los imponentes acantilados en los que hoy se asientan los pequeños pueblos que parecen suspendidos en el cielo. La arquitectura tradicional de casas blancas y ventanas azules contrasta vivamente con la roca negra volcánica de la caldera.

Mykonos es una de las más celebradas islas griegas debido a sus playas y al flujo de turismo que la ha convertido en un destino de éxito. Como casi todos los rincones de Grecia, tiene su origen mítico: Mykonos se creó como el resultado de la transformación en grandes rocas de los gigantes que, habiendo luchado contra los dioses del Olimpo y contra Heracles, fueron vencidos y arrojados al mar.

Paros, Naxos, Folegadros, Milos y Koufonissia son otras de las islas que componen el renombrado archipiélago de las Cícladas.