Sur de Islandia
La carretera que bordea la isla es en algunos trechos reciente, a veces no está asfaltada y casi siempre tiene poco tráfico. Por el sur, discurre algo distante del mar hasta llegar a las proximidades del Parque Nacional de Skaltafell, donde el glaciar la empuja hasta la misma orilla.
Antes de llegar a Vik, cuando se encuentra el macizo donde se asienta el glaciar Mirdalsjokull, merece la pena pararse en la cascada de Seljalandsfoss, alta y fina, para rodearla por el pasadizo que deja entre la cortina de agua y el muro de la montaña.
Vik es una agradable población, pequeña, como lo son casi todas, situada junto al mar -la arena cegó su puerto- y punto de partida de numerosas excursiones. En los acantilados de Dirholaey, numerosas aves marinas han establecido su lugar de residencia.
Más hacia el este, el Parque Nacional de Skaltafell está ocupado por glaciares que llegan hasta la carretera y a los que merece la pena acercarse. La superficie del conjunto de glaciares es mayor que la de todos los glaciares de la Europa continental juntos.
Llegados a Skaltafell, no debiera perderse la pequeña excursión a pie hasta la cascada de Svartifoss, con sus enormes columnas de basalto. Y un poco más allá, tampoco podrá evitarse una parada en la espectacular laguna glaciar de Jokulsarlon, repleta de icebergs de las formas y tonos más diversos, entre los cuales es posible navegar apuntándose a una pequeña excursión.
Una propuesta para los amantes de la acción y la adrenalina, conduciendo 4x4, motos de nieve y quads sobre las espectaculares montañas, glaciares, ríos y playas de lava de las Tierras Altas y del Sur de Islandia.