Amalfi

Dejando aparte Sorrento, Amalfi es el plato fuerte de la costa Amalfitana. Es su población más grande y la más noble también. Y posee como sus hermanas menores, todo el encanto de su posición privilegiada al borde del mar y de la esmerada conservación de sus monumentos y de sus casas.

La capital de la antigua república debía tener una catedral y la tiene, con una hermosa fachada que se eleva sobre la calle a lo alto de una amplia escalinata. La arquitectura y la decoración de mosaicos refleja influencias bizantinas y también árabes. Bajo el atrio, las puertas de bronce (s. XI)se fundieron en Constantinopla y fueron las primeras en Italia hechas en este material.

No hay que perderse el claustro del Paraíso, al que se entra por un extremo del atrio. Sirvió de cementerio a la nobleza y llama la atención por lo insólito del dibujo de sus arcos.

Desde la catedral, merece la pena el paseo por la via Génova que asciende hacia el interior del estrecho valle y que está bordeada por las casas que se encaraman a las laderas montañosas. La calle, a unos 600 metros, conduce al valle dei Mulini, donde funcionan aún antiquísimos molinos de papel, rodeados de un pintoresco paisaje.

Si la visita al valle dei Mulini es recomendable, lo es tanto o más, el adentrarse por alguno de los pasadizos que se abren frente a la catedral y que penetran en el hormiguero de casas situadas sobre la falda del monte. Escaleras, pasillos, giros bruscos... forman una especie de laberinto que por debajo de las casas se abre camino hacia arriba y da acceso desde la calle a las viviendas construidas en lo alto de la montaña.

Pero si hay suerte, se acertará con uno de estos pasadizos que acaba saliendo a la luz frente a la costa por un camino alto que domina el mar y que llega hasta prácticamente el famoso Hotel dei Capuccini. Una vez allí, se puede regresar al centro de Amalfi descendiendo a orillas del agua. El recorrido entero resulta una experiencia tan emocionante como grata, a pesar de las escaleras que hay que vencer por debajo de las casas.