Venecia
Escondida al fondo del mar Adriático, Venecia es una ciudad de agua y piedra levantada sobre un conjunto de islas, canales y marismas. Más de la mitad de Venecia es agua, y esto, que la hace única, es también su debilidad. El agua amenaza su estructura, frágil y antigua. Durante la primavera y el otoño es frecuente que la ciudad se inunde -el Acqua Alta- y se colocan pasarelas elevadas para transitar.
En el pasado Venecia fue una gran potencia marítima y comercial, que durante siglos dominó el Mediterráneo. Aquella prosperidad levantó suntuosos palacios, almacenes, oficinas e iglesias adornadas con mosaicos, pinturas murales, cuadros y esculturas. Estos lugares son hoy los signos de identidad de la ciudad: la plaza y la basílica de San Marcos, el palacio de los Dogos y el puente de Rialto.
Suelen estar llenos de visitantes, pero basta con internarse en el intrincado laberinto de callejuelas -donde es muy fácil perderse- para encontrar un ambiente más tranquilo. Los canales se pueden recorrer en barcos públicos o privados o en las tradicionales góndolas. El Gran Canal es especialmente interesante por los palacios que bordean sus orillas, con fachadas sobre al agua. Muchos lugares de interés, como la Galería de la Academia y el Museo Guggenheim, están en Dorsoduro. Desde la Salute, hay espléndidas vistas.
En las proximidades de Venecia hay otros lugares y otras islas que participan del encanto de la ciudad, a las que es fácil llegar en un corto trayecto en barco. Merece la pena destacar el Lido, la sofisticada y decadente playa de Venecia; Torcello, una isla apacible con interesantes mosaicos bizantinos; Burano, con multicolores casas de pescadores o Murano, donde se sigue trabajando el famoso vidrio soplado.
Al lado de las joyas monumentales, Venecia mantiene un estilo sofisticado que ha fascinado a personajes ilustres. Conserva excelentes restaurantes y bares con historia, como el Harry’s Bar al que solía acudir Hemingway o el antiquísimo Café Florian.
Un placer para los sentidos: un viaje para disfrutar de algunos de los hoteles con más glamour y encanto de la costa amalfitana, y que mejor conservan las huellas y el orgullo de su pasado.
El legendario Venice Simplon-Orient-Express ofrece una experiencia de viaje como ninguna otra. El romance, la aventura y el glamour al estilo art déco están íntimamente ligados a este mítico tren que realiza varias rutas por distintas ciudades europeas aunque la más demandada es la ruta que une Venecia con París, en ambos sentidos.