Edimburgo
Culta y brillante, la ciudad mantiene una dimensión humana que permite visitarla a pie, desde los elegantes barrios de la época georgiana hasta los escurridizos pasadizos del castillo y la ciudad medieval. Posee museos destacados como la National Gallery o la Portrait Gallery. Ofrece a los visitantes el Edinburgh Castle, la antigua fortaleza de los dominadores ingleses, y Holyrood, con su palacio real y su romántica iglesia en ruinas, y da la oportunidad de un paseo por la Royal Mile, el eje de la antigua ciudad que se extiende entre uno y otro punto.
Edimburgo tiene atractivos suficientes para ocupa rel tiempo en ella. Pero es igualmente un buen punto de partida para hacer excursiones por los alrededores. Como sugerencia, se podría tomar la carretera en dirección a Pencaitland hasta la destilería de Glenkinchie, para después continuar hasta el museo de la aviación del aeródromo de East Fortune, cerca de Haddington, con una colección excelente de aviones y cohetes. Ya de regreso a la ciudad, se puede parar en Penicuik y en la capilla de Rosslyn, en Roslin, un extraordinario templo del siglo XV famoso por su estilo gótico y sus ricas tallas.
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