Nueva Zelanda

Un mundo de fantasía en las Antípodas.

Las islas que forman Nueva Zelanda son un territorio casi virgen, un verdadero paraíso natural. Tierra de contrastes, ofrecen al viajero paisajes de lo más diverso: volcanes, lagos glaciares, fiordos, largas playas de arena y altos picos nevados. Esta riqueza natural se conserva gracias a una escasa población y a la pasión de los neozelandeses por cuidar la naturaleza.

País seguro, limpio, con muy alto nivel de vida, es el lugar perfecto para conducir por carreteras solitarias y disfrutar de la vida al aire libre. Aquí se puede hacer un trekking espectacular, pasear por bosques de gigantescos kauris, esquiar en el glaciar Franz Josef, descubrir la tierra en formación en Rotorúa, visitar cuevas iluminadas por luciérnagas y hacer rafting subterráneo en Waitomo, navegar por tranquilos fiordos, avistar ballenas en Kaikura... El país está perfectamente preparado para el disfrute de todas estas actividades en lugares increíbles, eso sí, cumpliendo con todas las normas para evitar que se dañe el medio ambiente.

El clima favorece los paisajes verdes y la rica vegetación, pero las ciudades también tienen interés. Ciudades como Auckland, Wellington y Christchurch son tranquilas y conservan su aire anglosajón, aunque esta tradición británica no es única. Se combina con la excepcional cultura maorí, que se mantiene con fuerza especialmente en áreas como Rotorúa, en la isla Norte.

Qué ver en Nueva Zelanda

Hoteles recomendados en Nueva Zelanda

Programas sugeridos en Nueva Zelanda

Otros destinos en Oceanía