Papúa Nueva Guinea
Naturaleza salvaje y diversidad cultural.
Entre las islas de Oceanía encontramos un verdadero paraíso perdido en el tiempo, Papúa Nueva Guinea. Un país formado por la mitad oriental de la isla de Nueva Guinea y una nutrida cantidad de islas situadas alrededor suyo en el Pacífico Occidental. Viajar a Papúa Nueva Guinea implica dejar de lado el bienestar de la vida moderna, buscar la aventura y vivir la experiencia de estar en uno de los pocos lugares del mundo que aún conserva su autenticidad casi intacta.
Papúa asombra al viajero con un paisaje de montañas volcánicas, bosques tropicales, pantanos y grandes ríos que los más aventureros pueden explorar en la parte interior de la isla mientras que aquellos que prefieran disfrutar de actividades acuáticas no podrán resistir la tentación de sumergirse en las profundidades de sus barreras de coral para maravillarse con la exuberancia de su ecosistema marino. La gran diversidad cultural y lingüística del país, con unas 700 tribus papúes y melanesias que hablan más de 800 lenguas propias, es otro de los grandes atractivos que invitan a descubrir este país donde las tradiciones ancestrales y su particular modo de vida han ido heredándose de generación en generación sobreviviendo al paso del tiempo gracias al casi total aislamiento del resto del mundo.
Un recorrido para conocer uno de los países más singulares del planeta, su exuberante naturaleza y su acervo cultural, tan primigenio como único.