Bora Bora
Bora Bora es la isla más famosa de Polinesia, y para muchos también la más hermosa del mundo. Situada a 260 km al noroeste de Tahití, y con una superficie de 38 km, es accesible a sólo 45 minutos de vuelo desde Papeete. La isla tuvo su origen en un gran volcán que ahora está cubierto por un laguna de color azul eléctrico y de aguas cristalinas.
La primera vista de Bora Bora desde el aire siempre es inolvidable. La gama de azules de su laguna mezclada con el verde esmeralda de su anillo de islotes y del denso follaje de su jungla interior, y las grandes olas rizadas que cubren los arrecifes de coral que rodean la isla, hacen que la combinación de colores y relieves de sea en verdad increíble. Ninguna isla supera a Bora Bora en cuanto al colorido del mar. Tan impresionante como esa variedad de matices de color es la intensa luminosidad de su atmósfera.
El Monte Otemanu actúa como un vigía silencioso desde el centro de la isla, emergiendo abruptamente y custodiándola desde lo alto. La laguna es una verdadera piscina natural con la más amplia gama de azules imaginable y es el hogar, también, de cientos de especies de peces tropicales. En ella se puede practicar cualquier deporte acuático, desde submarinismo hasta paseos en piragua con fondo transparente.
Las otras atracciones incluyen el Lagoonarium, una visita a Vaitape, la pintoresca villa cabecera, o una excursión a la cima del volcán Otemanu y divisar el paisaje circundante, o para encontrarse con los cañones que los soldados norteamericanos abandonaron durante la Segunda Guerra Mundial.
Un recorrido por dos islas más desconocidas de Polinesia y disfrutar de todos los planes que ofrecen: naturaleza idílica, playas perfectas y un mar azul y limpio en el que es un placer nadar y bucear
Un recorrido que aúna la exploración de la espectacular naturaleza neozelandesa, boscosa y húmeda, con unos días finales en el ambiente tropical y relajado de Bora Bora.
Un mito para cualquier buceador. Este viaje combina la remota isla de Rurutu, a la que acuden a aparearse las ballenas jorobadas entre los meses de julio y octubre, y Rangiroa, el segundo atolón más grande del planeta.
Disfruta de los espectaculares espacios naturales de las montañas del oeste de Canadá y termina en las playas de la idílica isla volcánica de Bora Bora.
Una combinación perfecta: visitar las ciudades más emblemáticas de el imperio nipón y descansar en las playas más paradisíacas del mundo.
Un viaje de contrastes, dando la vuelta al mundo, para disfrutar de algunos de los lugares más singulares del océano Pacífico: Sídney y San Francisco para los amantes de los entornos urbanos, Nueva Zelanda para los entusiastas de la naturaleza, y Bora Bora para quienes deseen disfrutar de una isla hecha perfección.