Rangiroa
Rangiroa es uno de los destinos de buceo más importantes del mundo. Situado en el archipiélago de las islas Tuamotu y a una hora de vuelo de Tahití, con sus 1.640 km2 y sus más de 200 islotes, es el segundo atolón más grande del planeta.
Su laguna interior, que fue definida por Jacques Cousteau como el mejor lugar de buceo del mundo, es un acuario natural de color verde jade, que desde el aire simula un collar de perlas gigantes colocado con delicadeza sobre el agua. Su dimensión es tal, que toda la isla de Tahití podría caber dentro de ella.
Rangiroa asegura fuertes sensaciones a los amantes del buceo por la abundancia y variedad de su vida submarina: tortugas, bancos de peces mariposa, delfines y tiburones de todos los tamaños son parte de su atractivo. Al margen del buceo en profundidad, se puede practicar snorkel sobre un espléndido jardín de coral. Y fuera del agua, visitar islotes salvajes donde anidan aves y se divierten pequeños tiburones, o visitar los pueblos de Avatoru y Tiputa, que ofrecen al visitante una visión humana del Pacífico Sur, con sus iglesias de coral, centros artesanales, restaurantes y tiendas. También se puede navegar a través de la laguna y llegar hasta las espectaculares Lagon Bleu e Île aux Récifs.
Los dos principales centros turísticos situados cerca del paso de Tiputa son el Hotel Maitai Rangiroa y el Hotel Kia Ora Resort & Spa. Ambos ofrecen un cómodo acceso al aeropuerto y una selección de agradables bungalows sobre la playa y el jardín. El Hotel Kia Ora cuenta además con bungalows sobre el agua.
Rangiroa ofrece un atractivo contraste con las otras islas más frecuentadas en la Polinesia Francesa, y es para muchos la joya de la corona de cualquier viaje a este extremo del mundo.
Un recorrido por dos islas más desconocidas de Polinesia y disfrutar de todos los planes que ofrecen: naturaleza idílica, playas perfectas y un mar azul y limpio en el que es un placer nadar y bucear
Un mito para cualquier buceador. Este viaje combina la remota isla de Rurutu, a la que acuden a aparearse las ballenas jorobadas entre los meses de julio y octubre, y Rangiroa, el segundo atolón más grande del planeta.
Un recorrido que aúna la exploración de la espectacular naturaleza neozelandesa, boscosa y húmeda, con unos días finales en el ambiente tropical y relajado de Bora Bora.
Disfruta de los espectaculares espacios naturales de las montañas del oeste de Canadá y termina en las playas de la idílica isla volcánica de Bora Bora.
Una combinación perfecta: visitar las ciudades más emblemáticas de el imperio nipón y descansar en las playas más paradisíacas del mundo.
Un viaje de contrastes, dando la vuelta al mundo, para disfrutar de algunos de los lugares más singulares del océano Pacífico: Sídney y San Francisco para los amantes de los entornos urbanos, Nueva Zelanda para los entusiastas de la naturaleza, y Bora Bora para quienes deseen disfrutar de una isla hecha perfección.