Moorea
Moorea es una isla volcánica, situada a tan sólo 17 km al noroeste de Tahití. A diferencia de su hermana, Moorea carece de aglomeración urbana, y resulta fácilmente accesible desde Tahití por aire -a 10 minutos de vuelo- y por mar -a 30 minutos en ferry con servicios puntuales y regulares.
Se trata de uno de los principales destinos turísticos de la Polinesia Francesa, por lo que dispone de resorts de lujo para que los visitantes disfrutar con todas las comodidades de su magnífica y laguna y de sus característicos paisajes montañosos.
La isla se alza hacia el cielo con montañas volcánicas cubiertas por el verde aterciopelado de los cocoteros, de las palmas y de las plantaciones de piñas. Y está completamente rodeada por playas de arena blanca y por un arrecife coralino que conforma un lagoon de aguas cristalinas lleno de vida marina.
En la isla se encuentran picos de 1.000 metros de altura de los que descienden poderosos saltos de agua y cascadas. Desde los miradores que aparecen en la altura se abren magníficos panoramas sobre hermosas bahías naturales, valles de naturaleza exuberante donde se alojan plantaciones y campos de cultivo de frutas y de otros árboles exóticos. El relieve ofrece al viajero la posibilidad de realizar caminatas y paseos, o ascensiones hasta las cimas.
Moorea dispone de una única carretera que recorre toda la costa. El alquiler de un coche por un solo día da la posibilidad de visitar la isla entera. Por supuesto, no faltan las excursiones organizadas para realizar un Tour de la Isla en 4×4.
Entre los deportes y actividades acuáticas, una de las más populares consiste en las visitas a la laguna para alimentar rayas y tiburones o nadar entre delfines en compañía de los especialistas del Moorea Dolphin Center.
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