Tahití
Esparcidas en el Océano Pacífico, en una superficie de mar tan extensa como Europa, se encuentran las 118 islas que conforman los cinco archipiélagos del Estado Polinesio: Sociedad, Marquesas, Tuamotu, Gambier y Austral. Las más visitadas son las Islas de la Sociedad: Tahiti y Moorea (Islas de Barlovento) y Bora Bora, Huahine, Tahaa y Raiatea (Islas de Sotavento). El archipiélago de la Sociedad es el más poblado y las islas de Tahití y Moorea donde se concentra el 75% de la población.
La isla de Tahití es la puerta de entrada a la Polinesia Francesa, con su aeropuerto internacional. El centro administrativo de Papeete, ejerce de la capital del país y principal puerto del Pacífico Sur. En el centro de la ciudad, el mercado constituye una parada ineludible para cualquiera que visite la capital, con su amplia variedad de frutas, verduras y pescado fresco, y una colorida selección de objetos artesanales.
Tahití es una isla paradisíaca, coronada por un circo de picos majestuosos. Está dividida casi en dos partes unidas únicamente por una pequeña franja de tierra conocida como el istmo de Taravao. La isla posee valles majestuosos que caen hasta fundirse con la laguna, sitios arqueológicos de alto interés, bellos montes volcánicos de puntas aceradas como Aorai y Orohena y ofrece un abanico infinito de actividades y rutas al aire libre. Pero a pesar de sus indudables atractivos, el hecho de que sus playas de arena negra no puedan competir con sus vecinas de archipiélago, es motivo de que la mayor parte de los turistas la contemplen simplemente como un lugar de paso obligado hacia otras islas.
Un recorrido por dos islas más desconocidas de Polinesia y disfrutar de todos los planes que ofrecen: naturaleza idílica, playas perfectas y un mar azul y limpio en el que es un placer nadar y bucear
Un recorrido que aúna la exploración de la espectacular naturaleza neozelandesa, boscosa y húmeda, con unos días finales en el ambiente tropical y relajado de Bora Bora.
Un mito para cualquier buceador. Este viaje combina la remota isla de Rurutu, a la que acuden a aparearse las ballenas jorobadas entre los meses de julio y octubre, y Rangiroa, el segundo atolón más grande del planeta.
Disfruta de los espectaculares espacios naturales de las montañas del oeste de Canadá y termina en las playas de la idílica isla volcánica de Bora Bora.
Una combinación perfecta: visitar las ciudades más emblemáticas de el imperio nipón y descansar en las playas más paradisíacas del mundo.
Un viaje de contrastes, dando la vuelta al mundo, para disfrutar de algunos de los lugares más singulares del océano Pacífico: Sídney y San Francisco para los amantes de los entornos urbanos, Nueva Zelanda para los entusiastas de la naturaleza, y Bora Bora para quienes deseen disfrutar de una isla hecha perfección.