La mujer de papel

Aquí está Aaliya, una mujer de unos setenta años, cómodamente sentada en un viejo sillón de su apartamento en Beirut, con una taza de té en las manos y muchas ganas de hablar. La señora nos cuenta su vida, pero qué vida... Huérfana de padre, repudiada por un marido al que nunca quiso, Aaliya ha dedicado sus mejores años a leer libros y a traducirlos, mientras en la calle caían las bombas y retumbaban los ecos de una guerra que la obligó a dormir con un rifle al lado de la cama y a ofrecer su cuerpo a cambio de una ducha caliente.

Somos lo que leemos, dijo un sabio, y Aaliya es eso: una mujer extravagante y entrañable, rodeada de papeles, que se resguarda de los malos recuerdos a la sombra de la buena literatura, buscando en los libros ese amor que nadie le dio.

El escritor Rabih Alameddine nació en Ammán, Jordania, en 1959 y se crió entre Kuwait y Líbano hasta que marchó a Inglaterra y Estados Unidos a estudiar. Se licenció en Ingeniería en la Universidad de California en Los Ángeles y obtuvo un máster en Administración de empresas en San Francisco.

A pesar de sus estudios, su verdadera vocación eran la escritura y la pintura. En 1998 publicó su primera novela, Koolaids: The Art of War, y tras esta llegaron Yo, la Divina: una novela en primeros capítulos, El contador de historias o La mujer de papel. En sus novelas refleja la cultura de sus países de origen y los tabúes que los rodean.

Disfrutó de la beca Guggenheim en el año 2002.