Salvo mi corazón, todo está bien

El sacerdote Luis Córdoba está a la espera de un trasplante de corazón.

Es un cura amable, alto, gordo, pero su mismo tamaño hace que no sea fácil encontrar un donante. Como los medicos le aconsejan reposo y su residencia tiene muchas escaleras, recibe hospedaje en una casa donde viven dos mujeres, una de ellas recien separada, y tres niños.

Córdoba, que es bueno y culto #crítico de cine y experto en ópera#, goza compartiendo lo que sabe con las mujeres sin esposo y los niños sin padre.

Pronto se ve envuelto y fascinado por la vida familiar y, sin pretenderlo, empieza a desempeñar el papel de paterfamilias y a replantearse sus opciones de vida.

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