Viaje de Petersburgo a Moscú

Publicada en 1790, esta obra le valió al filósofo ilustrado ruso Radischev la pena de muerte, pero la emperatriz Catalina la Grande, tras conocer los orígenes aristocráticos de su autor, se vio forzada a conmutar la pena por el destierro en Siberia.

¿Qué ingredientes tenía esta narración de un viaje por las provincias de la Rusia campesina, con una prosa influida por Sterne, para horrorizar a los dirigentes de un estado casi feudal? Los mismos que han seducido a novelistas y revolucionarios. Pushkin, Gógol, Herzen, Tolstoi, Dostoievski, o los prosistas del siglo XX Gorka y Grossman, encontraron su guía en la escritura materialista de Radischev, la primera en adentrarse en la realidad rusa sin adornos.

La edición incluye un anexo con las notas críticas de Catalina II.

Otros títulos de interés